lunes, 16 de marzo de 2009

En boca cerrada no entran moscas


Últimamente me estoy encontrando con que hablo, y hablo, y hablo sin parar. Y venga, y dale, y me repito, y busco la atención de los oyentes.....
Es algo fea esta costumbre, pero tampoco sabía que podía llegar a ser taaan cansina a veces, o almenos no era tan consciente.

Bueno....por un lado, si lo pienso fríamente, esta situación induce a que me pongan una mordaza, cosa que me encanta, pero tampoco se trata de eso. Entiendo que la mordaza es un elemento más de privación sensorial, y de expresión en este caso. Pero prefiero que me la pongan pq el momento y la situación lo requiere y apetece, no para que me calle de una vez.

Pero es que no puedo evitarlo, y mira que lo pienso. "Venga, la próxima vez hablaré menos y escucharé más". Realmente tampoco es que no escuche. De hecho escucho a la persona que habla y de lo que dice siempre se genera una opinión que tengo que dar.

Lo pinte como lo pinte sigue sienfo feo, incluso suena a egoísmo por mi parte, a querer acaparar la atención. Lleig....

No sé......voy a tener que tomarme más en serio esto de controlar ese músculo baboso. Al fin y al cabo es mejor para mí, que luego acabo hablando de más.....

Por otro lado agradezco enormemente que en lugar de decirme, por ejemplo, que "calladita estás más mona", se me diga, por ejemplo bis, "así no podemos disfrutar del silencio". Dónde va a parar!

Me retiro ya a dormir. De taaaaanto hablar este finde (entre otras cosas) estoy hecha polvo y con la garganta irritada :(

Nanit!

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