En verano también suceden, los secuestros.

 

                                                                        Foto by CoaX, 2010

Por más lejos que me vaya, por más que huya de ellos, de todo y de tod@s, me persiguen, me acorralan y me encierran en mí misma.

Ni las nuevas estrellas bajo las que me encuentro consiguen engañar las noches de insomnio. ¡Cómo odio esas noches!

Podría decirse con la boca bien grande y una dicción perfecta que lo tengo todo. 

Y no tengo absolutamente nada de nada.

Con los bolsillos llenos de buenos deseos, propios y ajenos, de todos los colores, texturas y calibres, pero sin saber dónde esconder las manos, de lo desnudas que están, miembros llenos de fuerza y tan inútiles. 

Nada.

Vuelven mis demonios, como otras tantas veces. Debería estar acostumbrada, claro. Pero no sé por qué tengo un malestar enmohecido en el estómago que me intranquiliza.

Tener miedo de mis propias lágrimas me es desconocido.

Me exijo y auto-obligo unos días de "descanso" absoluto, lejos del ruido y putrefacción de mi urbe. Me obligo a reflexionar, a juzgarme, a sufrirme, a despreciarme hasta no poder más, para luego secarme las lágrimas a codazos, a auto-consolarme y volver a entenderme otra vez con los motivos vírgenes que he vomitado, fabricando nuevas fuerzas y así poder volver con energía y aparente motivación al mundo, o mejor dicho, a la minúscula parcela que en él ocupo, exploto, comparto y modifico.
Tanta palabreja para describir algo tán ínfimo como el lugar que se ocupa dentro del universo....aix....como todo lo grandioso y "bien hecho" que hacemos....el ser humano es grandioso; yo misma soy enorrrme y todopoderosa, claro que sí, de toda la vida, vamos....

 

Me despojo de todo lo que da forma y rellena mi carne y huesos, los que me sostienen, que no es otra cosa que aire viciado de excusas auto-impuestas y palabras "biensonantes". 

¡¡¡Aire al fin y al cabo!!!

Me mutilo para poder coserme después, pero con cada nueva vez no puedo evitar ir dejando pequeños trozos, prescindibles a priori, hasta que acabo el asesinato y me doy cuenta de que me vuelve a faltar un pedacito de corazón y 3kg de recuerdos, como mínimo.

Los he suplido con aire. Cómo no, el dichoso aire otra vez....

Y como sigo en pie y puedo caminar erguida sin que se note, pues para adelante que voy, con menos esperanza en el ser humano, con menos capacidad de amar, de creer en lo que sea que se pueda creer, y con menos pasado a mis espaldas, con menos identidad renunciada voluntariamente.  

Y en los nuevos agujeros se instala otra vez el aire viciado y mentiroso, que al no dejar de ser lo que es, aire, sigo teniendo Nada con lo que ocupar y llenar mis manos.

El mismo bucle de aire placebo; secuestros a viva voz sin rescate.

Existencia, contenta me tienes.....