Viernes noche; ya tienes más o menos planificado el fin de semana; te llaman y te proponen acudir a una fiesta en una casa privada con unos amigos (de los que conoces, que sepas, sólo a dos o tres); lo piensas durante unos escasos segundos y respondes "sí!", al fin y al cabo es lo que estabas esperando y no vas a desaprovechar la oportunidad! Más tarde hablas de los detalles, hay unas condiciones, unas cuantas normas....y mil dudas al respecto. Sólo con la exposición de esos detalles ya tengo más ganas de ir, pero aumentan las preguntas de la típica novata...por un momento se llega a la conclusión de que sería mejor esperar más tiempo, no estoy preparada para uan fiesta de ese tipo (mierda! ahora me quedo con las ganas!), pero contra eso hay un remedio: afirmar y confirmar que quieres ir XD.
Condiciones: ya desde el inicio del camino, en el coche, iré con los ojos tapados y con una mordaza; al llegar a la casa me desnudará y quedaré expuesta a todo el mundo, pero yo no podré ver nada en ningún momento, en toda la noche; por supuesto mi acompañante cuidará en todo momento de mí, vamos juntos, me protegerá de cualquier cosa que no me apetezca o con la que no me sienta cómoda; pactados unos límites previos, a partir de ahí puede ocurrir cualquier cosa, siempre pudiendo modificar lo hablado anteriormente, según mis necesidades o deseos del momento.
Mientras me preparo en casa, me ducho, depilo a conciencia, escojo lo que me voy a poner, intento no olvidarme nada importante....me vienen mil pensamientos a la cabeza...."¿pero dónde me estoy metiendo?", "a ver si lo voy a pasar mal....", "¿y si no me gusta o no me siento cómoda?", "¿realmente aceptaré verle follar con otras personas?", "me moriré de vergüenza?" buffff....las dichosas inseguridades....pero a la vez estaba emocionadísima. Justamente estas cosas me encantan! La emoción de lo desconocido, probar cosas nuevas, gente también nueva, los nervios del momento....hacer algo totalmente diferente con esta persona, dejar que disfrute de mí a través de terceros, disfrutar yo misma con otra gente sabiendo que él está ahí, conmigo. Es difícil de explicar esta sensación. En ningún momento se me pasó por la cabeza hacerlo por demostrarle a él que podía, eso supongo que ya lo sabe, sinó ni lo me habría propuesto. Tampoco se trataba de "aguantar" lo que viniera con tal de me llevara a esa fiesta. Más bien me apetecía probar algo así, y supongo que por mi cuenta jamás lo habria hecho, que soy muy lanzada para muchas cosas, pero para esto no.
Ya en el coche, ciega y muda, estaba super nerviosa, pero deseando llegar y que empezara todo jaajaja. El viaje se me hizo eterno, cumpliendo las condiciones pactadas. De momento lo estaba haciendo bien jejeje.
Una vez llegados a la casa, me guía desde el coche al interior (putos escalones gggrrrr). Nada más entrar oigo conversaciones, música, huele a tabaco, oigo el hielo caer en los vasos.....me lleva a lo que supongo sería el comedor o sala principal y me desnuda. Estoy congelada, por el contraste del frío, los nervios y la propia desnudez. Sigo con los ojos tapados. Justo en ese momento noto cómo las conversaciones se paran, por lo que deduzco que me estarían mirando. Diossss estaba temblando, ya no había marcha atrás y me moría de vergüenza sabiendo que me estaban observando no sé cuánta spersonas, analizándome, arrrg!.
A los pocos minutos noto una mano que me intenta poner bien las pinzas del liguero (monísima prenda, sí, pero no hay manera de ponérmela yo sola); al mismo tiempo noto otra mano que me acaricia el pecho; y otra mano en el otro pecho; sigue recorriendo todo el cuerpo; por si quedaba algún poro de mi piel sin ponerse de gallina, ya no hay duda, toda yo soy una gallina ciega.
Me sienta en un cómodo sofá estilo diván, y ahí me quedo esperando, todavía nerviosa y congelada de frío, por lo que mi acompañante me presta su camiseta para que me tsape un poco con ella (gracias!).
Va viniendo gente a acariciarme, a preguntarme el nombre, incluso alguien intenta quitarme el antifaz, a lo que yo con un gesto lo impido y le digo que no me lo puedo quitar. Me ofrecen canapés (previo aviso de que odio el queso, por supuesto), me traen una cola-loca, un cigarro, me preguntan si necesito algo, si estoy bien, si no me muero de ganas por poder ver dónde estoy, de verles a ellos.....Intentaba explicarles que no tenía curiosidad por ver el lugar ni a ellos, no necesitaba ver nada, esa era la idea y el juego, pero no me salían muy bien las palabras, tenía miedo de decir algo que les ofendiera, así que sonreía y ya está. ¿Qué mejor manera de demostrarles que estaba bien y que me sentía cómoda?
Mi acompañante a cada momento se acerca para ver cómo estoy, me da un cigarro (no es chungo ni nada encendértelo a ciegas...), me comenta que está montando la estructura (eso significa cáñamo...ummm....genial!), me trae una copa de cava, brindamos. Su parte la estaba cumpliendo sobradamente bien, podía estar tranquila, más aún .
Ya preparado todo y con la llegada de los últimos invitados, adivino que empieza la verdadera fiesta. No dejan de preguntarme si estoy bien, etc.....hay una pequeña obsesión colectiva por saber si no querría quitarme el antifaz, insisto en que no, y sonrío para dar a entender mi tranquilidad al respecto. En estos casos se nota que no pueden ver tu mirada, para que te entiendan y darte a enteder a la vez.
Me recoge del sofá, me quedo de pie en medio de la sala (deduzco, que no podía ver!), se acercan personas de ambos sexos, me acarician de nuevo, algún beso, alguna frase; yo me quedo totalmente quieta; no tengo ni idea de quienes son, y tampoco sabía qué tenía que hacer, o si tenía que hacer algo, así que mejor quieta y callada, por si acaso. Me dan vueltas, unos giros cogiéndome del pelo, sin brusquedad, como un baile tranquilo.
A paritr de aquí no recuerdo bien el orden de los hechos, pero tanto da, los describiré como partes independientes dentro de la misma noche.
No entraré en detalles (almenos hoy) sobre mis orgasmos, pero el caso es que mi acompañante me lleva delante de un hombre al que le precede su fama de provocar orgasmos a toda fémina que se le ponga delante (genial! el regalo perfecto ajajja), nos presentan, me acomoda en un sillón, me dice que me relaje (eso intento, pero sospecho que todo el mundo estaba alrededor para dar fé de si lo conseguía o no, con la vergüenza que conlleva saberlo....aix.....). Se trata de romper el mito de que soy un bicho raro, así que empieza a masturbarme de una manera....no sé describirla....brusca, pero excitante a la vez. El hombre constata que lubrico de manera correcta, por lo que continúa su cometido. Me repite que me ponga cómoda y me relaje, aunque sigo notando los 500 ojos ajenos por todo mi cuerpo así que tengo que esforzarme el doble en concentrarme. Menos mal que no veo nada, en ese momento lo agradecí enormemente!
Tras unos minutos de masturbación manual, le hago entender que así no lo conseguirá, y opta por la máquina maravillosa y genial que todas las mujeres adoran ajajja. Me lleva delante del vibrador eléctrico y me dice que cuando me vaya a correr le avise. Ah! A este hombre le ví, mi acompañante me retiró el antifaz unos segundos para que le viera la cara, fué al único que pude ver en toda la noche.
Bueno, volviendo a mi intento de orgasmo, ya con el vibrador haciendo honor a su nombre alrededor de mi coño, más tranquila y más excitada, me concentro en dejarme llevar, agrarrada a la mano de mi acompañante, que estaba sentado a mi lado, no sé el tiempo que pasó exctamente, para mí fueron escasos minutos, pero empecé a gemir en voz alta, a retorcerme de placer....joder! menudo pedazo de orgasmo! y largo de narices! Uoooo me encantó, para qué negarlo. Si mis gemidos y mi cuerpo ya eran una evidencia!
Ya más calmada, me presenta a una chica, que resultó que había pedido probar el cáñamo. Yo estaba de pie, delante de ella mientras la ataban, algunos besos, frases....parece una chica maja. Me moría de envídia, yo tb quería que me atara jooooo, pero no era una decisión mía, así que no hay que obcecarse con el tema. Les acompaño a la estructura y me quedo de pie. Le encantó, aunque tuvo algo de vértigo, cosa totalmente normal.
Después me llevó de nuevo al sofá, donde esta chica hizo uso tranquilamente de su lengua por todo mi sexo, cosa que me encantó, no voy a negarlo jejeje, pero una vez más me sabió mal no poder corresponderla.
Al cabo de un rato, charlando con ella y su pareja , él se sienta conmigo en el sofá, entre mis piernas y brazos, dejándome que le acaricie el pecho, le bese, le huela....ummmm....y al poco rato se pone un preservativo y la chica se sube encima de él (cuando no puedes ver se te agudiza el oído jejeje, y al acariciarle a él tb la notaba a ella, lo demás ya era previsible...).
Al principio me sentí rara, incluso deseé poder ver en ese momento, poder participar de alguna manera, pero me concentré en seguir acariciándole, en devolverle los besos, en dejar que encontrara mi mano para que la pudiera apretar.
Ésta es otra sensación rara que no sé muy bien explicar....el hecho de estar con él y verle follar, mientras me abraza fuerte, me aprieta la mano, me besa....en esos momentos, lejos de tener envídia, celos, sentirme mal o lo que sea, me gusta saber que aunque no sea yo a la que está penetrando, de alguna manera tb lo está haciendo conmigo, me hace partícipe, y me encanta, y lo agradezco también.
Uy, me he saltado un capítulo: creo que antes de llevarme ante el hombre osgarmador, me llevó hasta una pared o columna para que me apoyara en ella, y me dió una buena ración de fustazos, y lo que me gustan.....aix.....En ese momento eché de menos que sólo tuviera una fusta. Manejando dos es un crack!
Como siempre, disfruté como una loca de cada fustazo. Algunos dolían más, otros eran carícias, prolongación de su brazo. Los intercalaba con carícias, besos....si es que así da gusto joder. Ya podría aprender más de uno a hacerlo así (...).
Volviendo al sillón, nos quedamos charlando largo rato con algunos de los asistentes, de los cuales resultó que conocía a una mujer, de cuando hice de sushi-girl en una fiesta, juas! Me hizo gracia la coincidencia :)
Otro capítulo importante fué cuando me presentaron a un hombre (yo seguía sin poder ver) que tenía fama de tener un pene grande grande ejjeje, con el que empezamos un juego de carícias mútuas, de besos, de masturbarnos....me hizo agachar para que le hiciera una felación, pero con un gesto le indiqué que mejor no, no me hacía gracia chupársela, soy maniática con esas cosas, y me tengo por costumbre no hacerlo la primera vez que conozco a un hombre (tonterías y manísa mías.....), y bueno, pq no me apetecía y punto. El hombre, muy rspetuoso, aceptó que le masturbara con la mano. En estos momentos apareció mi acompañante, y sin darme cuenta ni esperarlo me dió un bofetón. No es la primera vez que lo hace, ni antes ni esa misma noche, pero no sé por qué me sentó mal. Mi mente reaccionó de manera negativa, haciéndome llorar (menos mal que no se me veian los ojos....).
Se me debió de notar, porque al momento me preguntó si me encontraba bien y si prefería volver al sofá y descansar un poco, a lo que asentí. Me volvió a preguntar si estaba bien, y le hice un gesto con la mano como diciendo "dame un momento, please". Es que no podía hablar, estaba asimilando el bofetón, al mismo tiempo que analizaba mi reacción e intentaba controlar las lágrimas. En un segundo me había vuelto muy vulnerable, pero no podía explicárselo, no me salían las palabras. Pobrete....
Después de todo esto me quedé en el sofá descansando, bebiendo cava tranquilamente. Debo decir que en ningún momento me faltó de nada, me cuidó muy bien, y no esperaba menos de él.
Otra cosa curiosa de la noche, además de la obsesión/preocupación de la gente por mi falta de visión, era que al saber que me iría de allí sin haber visto nada ni a nadie, lo veían como un castigo hacia mí. Incluso me comentaban que vaya putada de castigo, que algo habría hecho o portado mal para eso (lo decían en coña, por supuesto), pero la idea básica que les venía a la mente era esa. Yo les intentaba explicar que no era ningún castigo, que era un juego pactado, y que en absoluto me molestaba el hecho de irme sin haber visto nada. Era mi juego con él.
Un dato curioso es que la chica con la que había tenido más contacto quería verme la cara entera, y mi acompañante me retiró el antifaz para que me viera, pero yo no abrí los ojos, no iba a romper las normas por pura curiosidad.
También aclaro que en el wc sí que me quitaba el antifaz, un pequeño descanso jajajaa, y también hubo un momento en el que me mareeé, no sé sipor el cava, por los nervios, por el rato que llevaba los ojos vendados, o por todo junto. Pero sólo fué un momento, que sentándome se pasó.
Marchamos de la casa cuando ya había amanecido, y ya con el coche en marcha me quitó el antifaz. Ahhh....volver a ver la luz, su cara mirando ese momento, para ver mi expresión jaajja
Toda la noche fué muy emocionante, la verdad. No me arrepiento de haber ido, pero sobretodo con quien he ido. Desconozco si con otra persona hubiera sido peor o mejor, pero seguro que habría sido diferente .
Y hasta aquí transcribo esta experiencia, de la que quiero dejar constancia para no olvidar ningún detalle.
Al fin y al cabo no habrá otra primera vez :)
Condiciones: ya desde el inicio del camino, en el coche, iré con los ojos tapados y con una mordaza; al llegar a la casa me desnudará y quedaré expuesta a todo el mundo, pero yo no podré ver nada en ningún momento, en toda la noche; por supuesto mi acompañante cuidará en todo momento de mí, vamos juntos, me protegerá de cualquier cosa que no me apetezca o con la que no me sienta cómoda; pactados unos límites previos, a partir de ahí puede ocurrir cualquier cosa, siempre pudiendo modificar lo hablado anteriormente, según mis necesidades o deseos del momento.
Mientras me preparo en casa, me ducho, depilo a conciencia, escojo lo que me voy a poner, intento no olvidarme nada importante....me vienen mil pensamientos a la cabeza...."¿pero dónde me estoy metiendo?", "a ver si lo voy a pasar mal....", "¿y si no me gusta o no me siento cómoda?", "¿realmente aceptaré verle follar con otras personas?", "me moriré de vergüenza?" buffff....las dichosas inseguridades....pero a la vez estaba emocionadísima. Justamente estas cosas me encantan! La emoción de lo desconocido, probar cosas nuevas, gente también nueva, los nervios del momento....hacer algo totalmente diferente con esta persona, dejar que disfrute de mí a través de terceros, disfrutar yo misma con otra gente sabiendo que él está ahí, conmigo. Es difícil de explicar esta sensación. En ningún momento se me pasó por la cabeza hacerlo por demostrarle a él que podía, eso supongo que ya lo sabe, sinó ni lo me habría propuesto. Tampoco se trataba de "aguantar" lo que viniera con tal de me llevara a esa fiesta. Más bien me apetecía probar algo así, y supongo que por mi cuenta jamás lo habria hecho, que soy muy lanzada para muchas cosas, pero para esto no.
Ya en el coche, ciega y muda, estaba super nerviosa, pero deseando llegar y que empezara todo jaajaja. El viaje se me hizo eterno, cumpliendo las condiciones pactadas. De momento lo estaba haciendo bien jejeje.
Una vez llegados a la casa, me guía desde el coche al interior (putos escalones gggrrrr). Nada más entrar oigo conversaciones, música, huele a tabaco, oigo el hielo caer en los vasos.....me lleva a lo que supongo sería el comedor o sala principal y me desnuda. Estoy congelada, por el contraste del frío, los nervios y la propia desnudez. Sigo con los ojos tapados. Justo en ese momento noto cómo las conversaciones se paran, por lo que deduzco que me estarían mirando. Diossss estaba temblando, ya no había marcha atrás y me moría de vergüenza sabiendo que me estaban observando no sé cuánta spersonas, analizándome, arrrg!.
A los pocos minutos noto una mano que me intenta poner bien las pinzas del liguero (monísima prenda, sí, pero no hay manera de ponérmela yo sola); al mismo tiempo noto otra mano que me acaricia el pecho; y otra mano en el otro pecho; sigue recorriendo todo el cuerpo; por si quedaba algún poro de mi piel sin ponerse de gallina, ya no hay duda, toda yo soy una gallina ciega.
Me sienta en un cómodo sofá estilo diván, y ahí me quedo esperando, todavía nerviosa y congelada de frío, por lo que mi acompañante me presta su camiseta para que me tsape un poco con ella (gracias!).
Va viniendo gente a acariciarme, a preguntarme el nombre, incluso alguien intenta quitarme el antifaz, a lo que yo con un gesto lo impido y le digo que no me lo puedo quitar. Me ofrecen canapés (previo aviso de que odio el queso, por supuesto), me traen una cola-loca, un cigarro, me preguntan si necesito algo, si estoy bien, si no me muero de ganas por poder ver dónde estoy, de verles a ellos.....Intentaba explicarles que no tenía curiosidad por ver el lugar ni a ellos, no necesitaba ver nada, esa era la idea y el juego, pero no me salían muy bien las palabras, tenía miedo de decir algo que les ofendiera, así que sonreía y ya está. ¿Qué mejor manera de demostrarles que estaba bien y que me sentía cómoda?
Mi acompañante a cada momento se acerca para ver cómo estoy, me da un cigarro (no es chungo ni nada encendértelo a ciegas...), me comenta que está montando la estructura (eso significa cáñamo...ummm....genial!), me trae una copa de cava, brindamos. Su parte la estaba cumpliendo sobradamente bien, podía estar tranquila, más aún .
Ya preparado todo y con la llegada de los últimos invitados, adivino que empieza la verdadera fiesta. No dejan de preguntarme si estoy bien, etc.....hay una pequeña obsesión colectiva por saber si no querría quitarme el antifaz, insisto en que no, y sonrío para dar a entender mi tranquilidad al respecto. En estos casos se nota que no pueden ver tu mirada, para que te entiendan y darte a enteder a la vez.
Me recoge del sofá, me quedo de pie en medio de la sala (deduzco, que no podía ver!), se acercan personas de ambos sexos, me acarician de nuevo, algún beso, alguna frase; yo me quedo totalmente quieta; no tengo ni idea de quienes son, y tampoco sabía qué tenía que hacer, o si tenía que hacer algo, así que mejor quieta y callada, por si acaso. Me dan vueltas, unos giros cogiéndome del pelo, sin brusquedad, como un baile tranquilo.
A paritr de aquí no recuerdo bien el orden de los hechos, pero tanto da, los describiré como partes independientes dentro de la misma noche.
No entraré en detalles (almenos hoy) sobre mis orgasmos, pero el caso es que mi acompañante me lleva delante de un hombre al que le precede su fama de provocar orgasmos a toda fémina que se le ponga delante (genial! el regalo perfecto ajajja), nos presentan, me acomoda en un sillón, me dice que me relaje (eso intento, pero sospecho que todo el mundo estaba alrededor para dar fé de si lo conseguía o no, con la vergüenza que conlleva saberlo....aix.....). Se trata de romper el mito de que soy un bicho raro, así que empieza a masturbarme de una manera....no sé describirla....brusca, pero excitante a la vez. El hombre constata que lubrico de manera correcta, por lo que continúa su cometido. Me repite que me ponga cómoda y me relaje, aunque sigo notando los 500 ojos ajenos por todo mi cuerpo así que tengo que esforzarme el doble en concentrarme. Menos mal que no veo nada, en ese momento lo agradecí enormemente!
Tras unos minutos de masturbación manual, le hago entender que así no lo conseguirá, y opta por la máquina maravillosa y genial que todas las mujeres adoran ajajja. Me lleva delante del vibrador eléctrico y me dice que cuando me vaya a correr le avise. Ah! A este hombre le ví, mi acompañante me retiró el antifaz unos segundos para que le viera la cara, fué al único que pude ver en toda la noche.
Bueno, volviendo a mi intento de orgasmo, ya con el vibrador haciendo honor a su nombre alrededor de mi coño, más tranquila y más excitada, me concentro en dejarme llevar, agrarrada a la mano de mi acompañante, que estaba sentado a mi lado, no sé el tiempo que pasó exctamente, para mí fueron escasos minutos, pero empecé a gemir en voz alta, a retorcerme de placer....joder! menudo pedazo de orgasmo! y largo de narices! Uoooo me encantó, para qué negarlo. Si mis gemidos y mi cuerpo ya eran una evidencia!
Ya más calmada, me presenta a una chica, que resultó que había pedido probar el cáñamo. Yo estaba de pie, delante de ella mientras la ataban, algunos besos, frases....parece una chica maja. Me moría de envídia, yo tb quería que me atara jooooo, pero no era una decisión mía, así que no hay que obcecarse con el tema. Les acompaño a la estructura y me quedo de pie. Le encantó, aunque tuvo algo de vértigo, cosa totalmente normal.
Después me llevó de nuevo al sofá, donde esta chica hizo uso tranquilamente de su lengua por todo mi sexo, cosa que me encantó, no voy a negarlo jejeje, pero una vez más me sabió mal no poder corresponderla.
Al cabo de un rato, charlando con ella y su pareja , él se sienta conmigo en el sofá, entre mis piernas y brazos, dejándome que le acaricie el pecho, le bese, le huela....ummmm....y al poco rato se pone un preservativo y la chica se sube encima de él (cuando no puedes ver se te agudiza el oído jejeje, y al acariciarle a él tb la notaba a ella, lo demás ya era previsible...).
Al principio me sentí rara, incluso deseé poder ver en ese momento, poder participar de alguna manera, pero me concentré en seguir acariciándole, en devolverle los besos, en dejar que encontrara mi mano para que la pudiera apretar.
Ésta es otra sensación rara que no sé muy bien explicar....el hecho de estar con él y verle follar, mientras me abraza fuerte, me aprieta la mano, me besa....en esos momentos, lejos de tener envídia, celos, sentirme mal o lo que sea, me gusta saber que aunque no sea yo a la que está penetrando, de alguna manera tb lo está haciendo conmigo, me hace partícipe, y me encanta, y lo agradezco también.
Uy, me he saltado un capítulo: creo que antes de llevarme ante el hombre osgarmador, me llevó hasta una pared o columna para que me apoyara en ella, y me dió una buena ración de fustazos, y lo que me gustan.....aix.....En ese momento eché de menos que sólo tuviera una fusta. Manejando dos es un crack!
Como siempre, disfruté como una loca de cada fustazo. Algunos dolían más, otros eran carícias, prolongación de su brazo. Los intercalaba con carícias, besos....si es que así da gusto joder. Ya podría aprender más de uno a hacerlo así (...).
Volviendo al sillón, nos quedamos charlando largo rato con algunos de los asistentes, de los cuales resultó que conocía a una mujer, de cuando hice de sushi-girl en una fiesta, juas! Me hizo gracia la coincidencia :)
Otro capítulo importante fué cuando me presentaron a un hombre (yo seguía sin poder ver) que tenía fama de tener un pene grande grande ejjeje, con el que empezamos un juego de carícias mútuas, de besos, de masturbarnos....me hizo agachar para que le hiciera una felación, pero con un gesto le indiqué que mejor no, no me hacía gracia chupársela, soy maniática con esas cosas, y me tengo por costumbre no hacerlo la primera vez que conozco a un hombre (tonterías y manísa mías.....), y bueno, pq no me apetecía y punto. El hombre, muy rspetuoso, aceptó que le masturbara con la mano. En estos momentos apareció mi acompañante, y sin darme cuenta ni esperarlo me dió un bofetón. No es la primera vez que lo hace, ni antes ni esa misma noche, pero no sé por qué me sentó mal. Mi mente reaccionó de manera negativa, haciéndome llorar (menos mal que no se me veian los ojos....).
Se me debió de notar, porque al momento me preguntó si me encontraba bien y si prefería volver al sofá y descansar un poco, a lo que asentí. Me volvió a preguntar si estaba bien, y le hice un gesto con la mano como diciendo "dame un momento, please". Es que no podía hablar, estaba asimilando el bofetón, al mismo tiempo que analizaba mi reacción e intentaba controlar las lágrimas. En un segundo me había vuelto muy vulnerable, pero no podía explicárselo, no me salían las palabras. Pobrete....
Después de todo esto me quedé en el sofá descansando, bebiendo cava tranquilamente. Debo decir que en ningún momento me faltó de nada, me cuidó muy bien, y no esperaba menos de él.
Otra cosa curiosa de la noche, además de la obsesión/preocupación de la gente por mi falta de visión, era que al saber que me iría de allí sin haber visto nada ni a nadie, lo veían como un castigo hacia mí. Incluso me comentaban que vaya putada de castigo, que algo habría hecho o portado mal para eso (lo decían en coña, por supuesto), pero la idea básica que les venía a la mente era esa. Yo les intentaba explicar que no era ningún castigo, que era un juego pactado, y que en absoluto me molestaba el hecho de irme sin haber visto nada. Era mi juego con él.
Un dato curioso es que la chica con la que había tenido más contacto quería verme la cara entera, y mi acompañante me retiró el antifaz para que me viera, pero yo no abrí los ojos, no iba a romper las normas por pura curiosidad.
También aclaro que en el wc sí que me quitaba el antifaz, un pequeño descanso jajajaa, y también hubo un momento en el que me mareeé, no sé sipor el cava, por los nervios, por el rato que llevaba los ojos vendados, o por todo junto. Pero sólo fué un momento, que sentándome se pasó.
Marchamos de la casa cuando ya había amanecido, y ya con el coche en marcha me quitó el antifaz. Ahhh....volver a ver la luz, su cara mirando ese momento, para ver mi expresión jaajja
Toda la noche fué muy emocionante, la verdad. No me arrepiento de haber ido, pero sobretodo con quien he ido. Desconozco si con otra persona hubiera sido peor o mejor, pero seguro que habría sido diferente .
Y hasta aquí transcribo esta experiencia, de la que quiero dejar constancia para no olvidar ningún detalle.
Al fin y al cabo no habrá otra primera vez :)
2 comentarios:
Me alegro que tus deseos poco a poco se vayan cumpliendo, que sigas creciendo y siendo tu, disfrutando de tu condición.
Besos
Muchas gracias Anónimo, en ello estamos!
Publicar un comentario