Deseo vs Necesidad

Por un instante, por un segundo, mirándole a los ojos lo sospeché. Por un momento se me pasó por la cabeza la posibilidad de que hubiera leído el blog, mi cajón secreto, mi mente al desnudo.

"¿y ahora, te sientes deseada?". Bajé la mirada, no fuera a leerme el pensamiento. Tardé unos segundos en responder, por lo que volvió a preguntármelo. No podía soltar un Sí o un No, la respuesta era mucho más compleja que un escueto monosílabo, pero algo tenía que decir! Y esta vez le tocó al Sí, aunque pensara No. Una vez más no digo lo que callo, pero pensé que ya habíamos tenido bastante por hoy de conversaciones sinceras. Demasiado sinceras, diría yo. Almenos por mi parte, me desprotejí demasiado, diciendo lo que pensaba sobre ciertos aspectos de las relaciones en general, escudándome bajo mi opinión sobre algo que ni me toca. Pero al mismo tiempo que decía lo que pensaba sobre esas relaciones (a toda velocidad, las palabras se escapaban sin control....aix....), paralelamente pensaba : sí sí, lo tengo muy claro cuando opino sobre los demás, pero para mí, en mi caso......debería tatuarme el dicho típico de "consejos vendo y para mí no tengo", ya que al mundo le digo mil veces que cuidado, que no se enamoren, que no se fien, que se protejan, etc.

Empiezo a creer que escribo en este blog frases para autoconvencerme, para releerlo cuando lo necesite. Como mi pepito grillo de emergencia, como un manual de primeros auxilios en caso de necesidad. ¿Qué será lo próximo? ¿Pegarme pos-its en el espejo y así cada mañana leer mis propios consejos mientras me lavo los dientes? Pues no es coña.......que a grandes males, grandes remedios.....

Creo recordar que esa misma mañana, aunque no recuerdo en qué contexto, solté alguna frase parecida a "a veces me asusto, me dan ganas de hacer cosas que jamás pensé que haría, locuras". Pondría la mano en el fuego asegurando que no me oyó nadie, y menos mal, pq adivino la pregunta correspondiente del tipo "¿a qué te refieres? ¿qué tipo de cosas?". Y entonces ya no habría marcha atrás, o bien me invento la mayor gilipollez como respuesta, o simplemente escupo la verdad, esperando la reacción.

Hace tiempo que me ronda por la cabeza hacerlo, aunque no sabría cómo ni por dónde empezar, la verdad. Teniéndole delante, relajado, expectante, quizás siendo el mejor momento.....incluso creo que una vez me llegué a incorporar del suelo para acercarme a sus pies, pero al segundo reaccioné y me dirigí a la mesa a encenderme un cigarro. Hay que ver con los impulsos, joder! Te juegan malas pasadas, mucho cuidado con ellos! (he aquí una frase post-it).
Si le preguntara si le apetece que me acerque a esa parte, y teniendo en cuenta que sabe perfectamente lo que eso significa para mí, puedo adivinar la respuesta. Demasiada responsabilidad aceptar tal ofrecimiento. Descartado.

Supongo que lo mejor es hacer un experimento, "El Experimento". Llevo días pensándolo, por su bien y por el mío. Bueno, más bien por el mío, no nos vamos a engañar.
Creo que es un buen momento para ello, vienen fechas un tanto.....especiales para ambos, y no me gusta la idea de celebrar nada por compromiso u obligación.

Comencemos pues con el experimento. Pongamos tiempo de por medio, muy a mi pesar.
Tengo que saber si lo necesito, y hasta qué punto.